sábado, 29 de septiembre de 2012

ANILLO DE HADAS...



Vosotros duendecillos,que a la luz de la luna hacéis cercos de hierba amargaque la oveja no quiere comer; y vosotros, que por diversióncriáis hongos nocturnos...”.William Shakespeare en “La Tempestad”
Una gran cantidad de informes de presuntas huellas de OVNIS pueden entrar, luego de un riguroso examen y análisis de muestras, dentro de un rango bastante convencional, pero no por ello menos interesante: la explicación proporcionada por un curioso fenómeno natural conocido como Anillos de Hadas.

Los biólogos conocen con este nombre a aquellas bandas de crecimiento diferencial de vegetación, las que se pueden encontrar no sólo en los prados, sino también, en los campos de cereales (2), montes recién talados y, más comúnmente, en terrenos calcáreos.
Estos anillos son visibles aunque no hayan crecido ahí los carpóforos, más conocidas como setas, que son los cuerpos fructíferos de los hongos, y que pueden llegar a producir billones o trillones de esporas. Los anillos forman un círculo casi perfecto que, al final del verano, se cubre de setas.
En otras épocas, la presencia de estas bandas se atribuía a diversos agentes, tales como los relámpagos, las hormigas, los caracoles, las pacas de heno que se apilaban en los campos, etcétera. Para la mentalidad supersticiosa de la Edad Media esto era obra del diablo o “cosas de brujas”. Se decía que eran generados por bocanadas de vapores subterráneos, provenientes del infierno, o que el diablo mismo había caminado, durante la noche, dejando su huella mientras batía su mantequilla (3).

La teoría de que los anillos eran producto de los relámpagos fue muy socorrida en el siglo XVIII. El padre Marranzino cita un pareado de Erasmus Darwin (1731-1802), abuelo del naturalista inglés, que en 1789 escribía:
“De oscuros nubarrones salta veloz el rayohendiendo el fuerte roble o haciendo el corro mágico”.
El mismo Erasmus Darwin escribió:
“Existe un fenómeno, al parecer de naturaleza eléctrica, al que aún no se ha conseguido explicar: me refiero a lo que en lenguaje popular se llaman los corros de hadas que, con tanta frecuencia aparecen en los prados.
“A veces, los segmentos mayores o más predominantes de nubes que van descendiendo gradualmente a medida que se desplazan, descargan el agua que transportan en las zonas más húmedas de las llanuras herbosas. Ahora bien, este mamelón o extremo de la nube, adquiere, al ser atraído hacia la tierra, una forma casi cilíndrica, de manera parecida a lo que ocurre con la lana suelta de la rueca al hilarla, y despide al suelo un chorro de electricidad de dos a diez yardas de diámetro, pero sólo la parte exterior del cilindro quema la hierba”.
Ahora sabemos que Darwin estaba equivocado, pero durante mucho tiempo estas teorías fueron aceptadas como buenas.
A estas curiosidades (los anillos de hadas) se les conoce con diversos nombres: salones de baile de las hadas, terrenos de las hadas, cohortes de hadas, corros de brujas o anillos de brujas. Estas formaciones están relacionadas con las brujas, hadas, duendes y demás seres mitológicos en casi todas las culturas y lenguas.En Alemania se creía que tales anillos se formaban cuando las brujas salían en la noche de Walpurgis (4) para danzar en los campos. En Holanda se creía que eran producto del diablo, por lo que se suponía que, si alguna vaca los pisaba, su leche daría pésima mantequilla. En Francia se afirmaba que albergaban sapos gigantescos de ojos saltones. Los italianos lo conocen por el nombre de Cerchi delle Streghe (círculos de las brujas), porque creían que ahí hacían sus reuniones nocturnas. Los catalanes les llaman Candeles de bruch (luces de las brujas). En nuestra época tecnológica lo más común es que las mentes simples los atribuyan al aterrizaje de un OVNI.
Las tradiciones europeas que consideran a las hadas como responsables de tales círculos fueron recopiladas por el investigador americano Walter Yveling Evans Wentz (5). Según estas leyendas:
“Las hadas existen y es en los anillos donde, a veces, se las suele ver bailar. La hierba jamás crece alta en los bordes del anillo, pues es de la especie más corta y fina. En el centro crecen, en círculo, las setas de las hadas en las que éstas toman asiento. Las hadas son muy menuditas y gustan de cantar y bailar. Llevan libreas verdes y, a veces, bonetes y casacas rojas”.
Adrien Leroux, de Lincy, en sus “Livres des légendes” refiere que las hadas en Noruega eran seres de gruesa y enorme cabeza, piernas diminutas y brazos desmesurados. Estos seres reciben diversos nombres según la región de Europa donde nos encontremos: hadas. elfos, gnomos…
“Se les atribuye la creación de los círculos verde brillantes, llamados elfdans, que a veces se ven en los prados. Incluso hoy en día, cuando un campesino danés descubre uno de estos círculos al alba, dice que allí han ido los elfos a bailar durante la noche”.