sábado, 31 de diciembre de 2011

ENCENDIENDO EL NUEVO AÑO 2012...


Para que el planeta entero se llene de luz, de amor, de paz y justicia...
Para que reine la fantasía y los corazones nobles...


Mis mejores deseos para este nuevo año 2012 que hoy comienza...


ABUNDANCIA, ARMONÍA, PAZ Y AMOR PARA TODOS...


Norma-Luz del alba

sábado, 24 de diciembre de 2011

NAVIDAD EN FANTASIA... Autor Beleth... (precioso cuento navideño)


La escarcha del Lago de Cristal se resquebrajó en el centro y de repente miles de fragmentos de hielo saltaron por todos lados centelleando bajo los rayos del Sol y formando una red de centelleos entre las facetas de los cristales de hielo. En mitad de aquella lluvia de color el Hada del Agua emergió del agua helada rodeada de un destello Aguamarina.
Los animales del lago, agradecidos por haberles librado de su prisión de hielo, le felicitaron la Navidad.




- ¡La Navidad! - exclamó ella llevándose las manos a la cabeza - ¡He estado tan ocupada haciendo nieve con el Hada del Frío que ni me he acordado.! -




Y salió volando hacia el cielo dejando un reguero de gotas de rocío que formaron un Arco Iris tras ella.
Cuando llegó al Arbol de los Deseos, hogar de todas las Hadas de Fantasía, este le felicitó la Navidad y abrió su boca para que ella pudiese entrar. Dentro todo era algarabía, el Hada Flora había prestado su gorro en forma de árbol para adornarlo y tras un toque de varita el sombrero alcanzó 2 metros.




 Era un abeto soberbio y de inmediato empezó a llenarse con adornos. El Hada de la Luz sacudió un poco la Estrella Polar y con el polvo de estrella que cayó espolvoreó el abeto de forma que empezó a resplandecer. Entre tanto Flora iba colgando frutas escarchadas de las puntas de las ramas mientras que el Hada del Fuego colgaba guirnaldas de velitas encendidas que se reflejaban en el polvo de estrella.




El Hada del Agua también quería ayudar así que sacudió sus alas y el abeto se llenó de gotas de rocío, pero con el calor de las velas se empezó a evaporar. Por suerte estaba allí Nieve, el Hada del Frío que con un soplido congeló las gotas de rocío de forma que ahora parecía que el árbol estaba adornado con perlas.


Cuando terminaron en el interior salieron al exterior y se dispusieron a adornar al árbol de los Deseos. No pusieron tantos adornos, ya que el árbol de los Deseos era un venerable anciano y debía guardar la compostura, pero sí los suficientes como para darle un aspecto de alegría.
Después cada una salió corriendo a felicitar la Navidad a todo el mundo. El Hada del Fuego fue casa por casa y chimenea por chimenea felicitando a los habitantes que en ellas viven: las Llamas. Estos pequeños y juguetones seres saltarines recibieron con mucha alegría las felicitaciones y daban salto y hacían cabriolas en sus chimeneas.




El Hada del Frío se fue a los Parajes Siempre helados a felicitar a los Hombres de Nieve, seres formados por enormes bolas de nieve redonda y que tienen una zanahoria por nariz. Cuando llegó estaban enzarzados en una divertida guerra de bolas de nieve.


 Es curioso como para evitar que les alcance una bola de nieve ( y queden eliminados) se dividen en tres bolas de nieve de diferente tamaño y empiezan a rodar por el suelo. El problema es que a veces cada bola se va por su lado y a veces les cuesta un poco encontrarse.
Flora fue a ver a todos los árboles del bosque para felicitarles las fiestas, y cuando terminó se fue al Prado del Color y visitó a cada una de las flores que en ese momento, por ser invierno se encontraban en sus casas bajo tierra a la espera de que llega se el Hada Primavera y les dijese que ya podían salir.
El Hada de los Sueños entró en los sueños de todos los niños del mundo y les contó los más deliciosos sueños que podáis imaginar.




Todo el mundo era feliz porque era Navidad en Fantasía. ¿Todo el mundo? No. Había alguien a quien todo eso le aburría. Alguien de corazón frío: Invierno. De las cuatro estaciones Invierno era sin duda la que peor llevaba su trabajo. Después de todo siempre era lo mismo, todo era gris, aburrido y monótono. Envidiaba a sus otros compañeros. Deseaba la algaraza de Verano, cuya aparición significaba el comienzo de la diversión. Se moría de envidia cuando veía a Primavera dar vida a los seres vivos, sobre todo cuando él pensaba que sólo podía matar y dormir a los animales y plantas. Por otro lado Otoño era demasiado melancólico e Invierno no podía soportar que Otoño fuese la estación más romántica.
Ese día Invierno estaba especialmente harto de todo. Tanto que decidió irse y le dijo a sus compañeros:
- Haced lo que queráis con mi estación, yo ya estoy aburrido. -
Y dicho esto se fue a pasear por la Constelación del Cisne.
Las otras estaciones comenzaron a discutir acaloradamente. No se ponían de acuerdo en quién debería ser el que suplantase a Invierno. Finalmente, después de mucho discutir decidieron que lo mejor sería que se turnasen, que cada día se encargase uno. Lo echaron a suertes y le tocó empezar a Verano.
Al día siguiente salió un Sol espléndido y abrasador. Hacía tanto calor que todo el mundo tuvo que apagar los fuegos y quitarse las bufandas. Aquello supuso un desastre para las Llamas, quienes se vieron sin hogar en unas fechas que siempre habían sido buenas. Además como todo estaba mojado no podían irse a ningún otro lugar.
Pero lo peor fue cuando el calor empezó a fundir la nieve. Los Hombres de Nieve no sabían que hacer porque si aquellos seguí así acabarían derretidos.




 Aquello les había cogido por sorpresa y no les daba tiempo de llegar hasta las Montañas Eternas, donde solían pasar la temporada cálida ya que allí siempre hacía frío. Nieve, el Hada del Frío tuvo que hacer grandes esfuerzos para mantener al los Hombres de Nieve con vida.


Cuando todo el mundo estaba desorientado con aquel cambio le tocó el turno a Primavera. Primavera recorrió los bosques y las praderas despertando a las flores y las hojas. Pero las pobres flores al salir y encontrarse rodeadas de nieve se empezaron a helar de frío, Flora no sabía que hacer para remediarlo. Pero el colmo fue cuando Otoño llegó e hizo caer las hojas de los árboles.


 La caída de la hoja es un duro golpe que los árboles encajan todos los años, y no se habían acabado de reponer de el de ese año cuando se les volvieron a caer las hojas. Todo el bosque estaba triste.
Esa noche las Hadas se reunieron en consejo de emergencia. Había que hacer algo o de lo contrario ese año las Navidades serían un desastre. Decidieron que fuese Rocío, el Hada del Agua la que fuese a hablar con las estaciones para averiguar lo que estaba pasando.


Rocío voló y voló hasta la Torre del Tiempo, donde las Estaciones tenían su morada. Se sorprendió mucho al ver a Verano sentado en el trono, ya que ahí sólo se sentaba la estación que regía en aquel momento. Rocío se acercó a Verano y respetuosamente le preguntó por qué las estaciones habían alterado su orden.


 Verano le contó lo que le sucedía a Invierno. Rocío comprendió al pobre Invierno y fue en su búsqueda.
Cuando llegó se lo encontró leyendo un libro a la luz de una estrella. Estaba recostado en la Luna que en ese momento tenía forma de cuna.
- Hola Invierno. - saludó Rocío.
- Hola. - dijo Invierno fríamente. -¿Qué quieres?. -
Entonces Rocío le contó todo lo que estaba sucediendo a causa de su ausencia. Pero al Invierno todo aquello no le importaba, necesitaba de algo que le alegrase la vida.
Rocío pensó y pensó, hasta que por fin se le ocurrió:
-¡ La Navidad !- exclamó. - ¡Tú tienes la Navidad! -
- Sí y qué. - contestó Invierno indiferente.
Si contestas así es porque nunca has sentido la Navidad, es un tiempo de perdón y de fraternidad. De olvidar las diferencias con los demás. Es con mucho la época más alegre del año y tú dices que tu estación es aburrida, prueba a vivir la Navidad y verás.




El Invierno hizo caso del Hada del Agua. Volvió a la Torre del Tiempo y vivió en fraternidad con las otras Estaciones olvidando todas las envidias que había arrastrado toda su vida.




 Y ese año le gustó tanto la Navidad que a partir de entonces Invierno siempre espera con entusiasmo su turno para poder adornarlo todo con la nieve y disponerlo para la Navidad.


Fin

sábado, 17 de diciembre de 2011

LAS HADAS Y LOS ANIMALES...

En este tranquilo lugar incluso la naturaleza tiene sus propios poderes. Los animales y árboles están protegidos por las hadas, por eso con tanta frecuencia yerran los disparos los cazadores.

La fauna del País de las Hadas es muy variada. Cuentan que allí podemos encontrar la mayoría de los animales que pueblan nuestros bosques, como los ciervos, cabras, venados, pero también se descubren animales desconocidos nuestros ojos.


 

 Entre las distintas especies de animales que se descubren, unas son benéficas para el ser humano, al que conceden sabiduría o fecundidad, pero otras son salvajes y peligrosas.


El empleo que hacen las hadas de los animales es similar al de los hombres: domestican los perros, los caballos, cuidan los rebaños, protegen los peces, etc., y, al igual que los humanos, también los domestican para que les acompañen y les ayuden.

Uno de los animales más queridos por las hadas es el caballo, y entre los caballos prefieren los más pequeñitos, con los que participan en las cabalgatas.

Además de estos pequeños caballos con los que asisten a los desfiles, otros caballos famosos en el País de las Hadas son unos acuáticos que dicen que tienen poderes sobrenaturales. Viven en el mar y, cuando llega el mes de noviembre,  salen a la superficie a galopar por playas y campos. Son los mejores corceles que podemos encontrar, de galope veloz y buena planta, por eso son tan apreciados entre los mortales.  Pero estos corceles encierran un gran peligro.

 Cuentan que si alguna vez te encuentras uno debes arrastrarlo hacia la tierra e impedir que se vuelva y mire el mar, porque si se revuelve y lo ve, arrastra con él todo lo que lleve. Muchos relatos cuentan historias de hombres que, montados en sus grupas, fueron conducidos violentamente hacia el mar hasta ser ahogados.

Entre los animales domésticos el perro es uno de los favoritos de las hadas, que domestican para que les ayude con el rebaño y las acompañen en la caza, una de las aficiones preferidas de las hadas. Estos perros son fieles y su olfato es muy fino. A los perros de caza se les conoce como “los sabuesos de la colina”. Algunos hombres que contemplaron a una jauría de perros de caza contaron sorprendidos que estos perros tenían una apariencia nada normal, que su pelo era de un blanco resplandeciente, y sus orejas y ojos eran de color rojo.


Pero no todos los perros del País de las Hadas han sido domesticados, algunos son violentos y salvajes. Entre los más conocidos por su fiereza destacan dos razas:  los “perros negros”, muy grandes y peludos que tienen el poder de estallar si alguien los golpea; y los temidos “sabuesos presumidos del diablo”, que en lugar de cazar animales cazan almas.


Otro animal frecuente en los cuentos de hadas es el gato, del que se cuenta que es un animal muy inteligente

El gato y sus connotaciones también forma parte de nuestra cultura.

 Si nos cruzamos por la calle con un gato negro, todos sabemos que nos traerá mala suerte, y si lo lleva una bruja, además de astuto será malvado. En el País de las Hadas cuentan que hay un gato muy peligroso y terrorífico, conocido como “Orejas grandes”, que podemos hacerlo aparecer si lo invocamos.









Otros animales, por el contrario, poseen poderes benéficos para el hombre, como un pez que dicen que al comerlo aumenta la fertilidad o los salmones, que dan la sabiduría a quienes los comen y les permite ver el mundo élfico.
Tampoco hay que olvidar la cantidad de aves que cruzan los cielos, como águilas y halcones, o la cantidad de animales que habitan nuestros bosques, como lobos, osos, cabras y ciervos, que también habitan en su mundo y están protegidos por las hadas.
Fuente: Recopilado en varios sitios de la Red.

sábado, 10 de diciembre de 2011

LAS HADAS Y LOS ARBOLES...

Muchos poemas hablan de la belleza y de la maravilla de los árboles. Hay muchos árboles que son guarida de las hadas.
Nos inspiran creatividad y nos evocan una sensación de paz y de asombro.

Los árboles, que desde siempre han sido vitales para nuestra supervivencia, encarnan los misterios de la vida y de la muerte.
Con las raíces en la tierra, los troncos por encima y las ramas en el cielo, los árboles suelen ser simbólicos.
En los viejos tiempos, los sacerdotes mágicos llamados chamanes viajaban al mundo de los espíritus para obtener información y para luchar por su tribu en las batallas, y los árboles representaban un mapa de los mundos sutiles.
Sus raíces están en el inframundo de los espíritus ancestrales, sus troncos en el mundo del medio, que incluye a los espíritus y las hadas, y sus ramas están en el mundo de arriba, que es el mundo de los dioses y los Ángeles.
Los árboles  son seres individuales, profundamente sabios.
Cada árbol constituye un portal hacia el otro mundo y representa un hogar para muchas 
hadas, además del espíritu particular del árbol, que recibe el nombre de Driada.


La forma más fácil de acercarse al otro mundo es a través de un árbol. Hazlo donde puedas y comprobaras que tu intuición se fomenta sutilmente y que te haces consciente de otros niveles de la realidad.
Sin embargo, en general hay que precaverse de los árboles de las hadas porque están ferozmente protegidos. Como ocurre con todas las cosas feericas, se han de recibir los beneficios con precaución.

Fuente: Recopilado en la Red.