
Dormida se quedo el hada, en lo profundo del bosque...
reposaba su cabeza, en una almohada de seda.
Y sus sueños, uno a uno, volaban y se posaban,
en las ramas de los pinos...
Resonaban melodiosos, los alegres pajarillos,
canturreandole una nana...
Soñaba que galopaba, sobre un unicornio blanco,
recorriendo los senderos,
y subiendo a la montaña...
para estar cerca del cielo.
Al despertar descubrió,
que en su cesta de las flores,
dos estrellitas del cielo...
brillaban como faroles...
Norma-Luz del alba
No hay comentarios:
Publicar un comentario