miércoles, 7 de septiembre de 2011

LOS ARBOLES QUE ELIGEN LAS HADAS...


Hay muchos árboles que son las guaridas de la "gente menuda". A los seres humanos que cometen la imprudencia de pasar junto a un árbol-huesped a última hora de la noche, se les llenan los brazos de cardenales con los pellizcos que le tiran los leves dedos de las hadas. Tres espinos que crecen muy juntos en un ángulo agudo, tienen un especial poder, y si alguien se les acerca deben hacerlo con cautela. O puede haber también ramas de espino de las que cuelgan cintas y hasta harapos, como propiciando regalos para las hadas.
Otros de los árboles más preferidos por las hadas son el endrino, el avellano, el arraclán, el sauco y el roble. Estos árboles se ven frecuentados por criaturas elementales y extrañas, sobre todo si estánm entrelazados; dos espinos y un sauco forman una combinación singularmente peligrosa. Igual ocurre con el roble, el fresno y el espino.
Aunque parezca extraño, no obstante, una ramita de cada uno atadas con hilo rojo es un hechizo protector contra los espíritus maléficos y hostiles.
Sin embargo, en general, hay que precaverse de los árboles de las hadas porqué están ferozmente protegidos. Como ocurre con todas las cosas feéricas, se han de recibir los beneficios con precaución.


EL SERBAL

El Serbal se considera eficaz contra los malos espíritus: 
"El Serbal y sus agujas,
en fuga pone a las brujas"
La madera del serbal se empleaba para fabricar batidores de mantequilla, para asegurarse de que las hadas y las brujas no la iban a hechizar.
El "Serbal volador" es un arbol cuyas raíces no crecen en tierra (en las grietas de una roca o en las ramas de otro árbol) y se considera el más eficaz.
Entre los druidas, el serbal tenía una importante utilización como oráculo. Se hacían hogueras con la madera del serbal para conjurar a los espíritus, a los que se podía obligar a contestar preguntas esparciendo sobre las pieles recién desolladas de los toros.




EL ROBLE
Los seres fantásticos habitan entre los viejos robles. De un roble caído brotarán renuevos que formarán una maleza rondada por los habitantes de los robles, disgustados con la pérdida de su árbol padre.
Los alimentos ofrecidos por estos seres a los mortales que por allí pasan pueden parecer irresistiblemente tentedores, pero hay que estar en guardia porque no son sino hongos venenosos, desfigurados por encantamiento.



EL FRESNO
Las varitas mágicas de los druidas se hacían con ramas de fresno y, además, el fresno tiene propiedades curativas. En las primitivas prácticas de homeopatía, a los niños de extremidades endebles se les hacía pasar por los árboles rajados, que luego se ataban. Si el árbol volvía a crecer sano, lo mismo haría el niño.


LAS SETAS
Hay muchas leyendas populares y canciones que vinculan a las gentes de las colinas con las setas, cuya súbita aparición y rápido crecimiento le ha parecido siempre extraño al hombre. Sus formas y colores extraños (a veces hasta luminosos), su naturaleza frecuentemente venenosa, se considera signo cierto de que esos productos son huevos del diablo o de las hadas.
La seta más relacionada con las hadas es el agárico (Amanita Muscovia). Es una seta con propiedades venenosas alucinógenas. Los vikingos comían este hongo mágico, llamado "berserk", para lograr el furor en la batalla.
En la mitología vikinga, Odín fue perseguido una vez por los demonios y los borbotones de espuma roja que le caían de la boca de su corcel, Slepnir, de seis patas, en su galopar se transformaban mágicamente en setas rojas. Así, pues, el agárico era un don de los dioses.
Para los celtas eran tabú las setas rojas y también muchos alimentos rojos, como las serbas y las bayas y frutas rojas. Estas eran el alimento de los dioses.
Los seres feéricos pretenden que las setas son propiedad particular suya, como lo reflejan los nombres de setas como Garrote Mágico Amarillo, Gorro Suave de los Elfos, Capucha de los Duendes de la Duna y Silla de Montar de las Dríadas.


Fuentes: Varias en la Red.

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